21 Sep Tipos de suelo para oficinas
¿Sabes cuáles son los tipos de suelo para oficinas más apropiados? Actualmente las tendencias decorativas no sólo influyen en nuestros hogares, sino también en los espacios de trabajo. Cada vez es más habitual la búsqueda de una estética armónica y acogedora, que favorezca el buen estado de ánimo entre los trabajadores.
¿Cuáles son los tipos de suelo para la oficina más apropiados?
El suelo es un elemento principal, pues además de resultar estético ha de ser resistente y soportar continuos movimientos. En este post proponemos algunas ideas para que escojas los tipos de suelo ideal para tu oficina.
–Suelo laminado de madera. Ha adquirido una gran popularidad durante los últimos años, gracias en gran parte a su sencilla instalación y su precio económico. Se instala sobre un subsuelo, lámina por lámina, y cuenta con una amplia variedad estética; la imitación de madera natural es una de las más recurrentes hoy en día. Además, es muy resistente frente a golpes y arañazos y, en caso de sufrir algún daño, la zona conflictiva puede ser sustituida muy fácilmente.
–Suelo de microcemento. Muy resistente, está compuesto por una serie de elementos químicos entre los que se encuentra el microcemento, que es la base del cemento tradicional. Puede abarcar diferentes tonos, aunque los más comunes son los grises. Este tipo de suelo aporta al espacio un aspecto robusto y sobrio ideal para empresas de carácter industrial.
–Suelo de linóleo. Es perfecto para zonas que requieran algún tipo de aislamiento acústico o térmico. Funcional y práctico, este material es recomendable para oficinas operativas, con la ventaja de que ofrece un sinfín de diseños y colores. Además, su limpieza y mantenimientos son muy sencillos.
–Suelo de vinilo. Es similar al anterior pero, a diferencia de éste, está compuesto por materiales sintéticos. Por ello su precio es más asequible, y aunque presenta una menor resistencia, ofrece un resultado parecido.
–Suelo de madera maciza. Es apto sólo para espacios poco frecuentados como, por ejemplo, un despacho de dirección. Aporta un aspecto acogedor y hogareño, invitando con ello a la calma y creando un ambiente agradable. Su mantenimiento es algo más costoso, pero ofrece una alta durabilidad.
–Suelo porcelánico rectificado. Cuenta con una gran resistencia y con la ventaja de que puede ser fabricado a imitación de un buen número de materiales, como madera, pizarra o acero. Además, su resultado homogéneo, con pocas juntas, hace su limpieza muy sencilla.
¿Qué os parecen estos tipos de suelo para la oficina? Si tenéis dudas sobre cuál es el mobiliario más apropiado para cada estancia o precisáis de equipamiento, en CISA os podemos ayudar. Llamadnos y os asesoraremos al respecto.
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